Como les conté en la Parte 1, me animé a probar la Copa Menstrual. No fue una decisión sencilla, porque no soy fan de los tampones y me resultaba abrumador que otras mujeres me dijeran «probalo, probalo, probalo». Me generaba rechazo que pareciera algo milagroso.
A pesar de mis dudas, sentí que probarla no me iba a hacer mal y que mi experiencia podía ser útil para otras mujeres.
Como ya les comenté en la Parte 1, mi primera no fue mala pero no del todo exitosa. En el segundo y tercer intento pude mejorar la técnica y sentirme más cómoda. Les resumo mi experiencia:
– Sigo probando la copa menstrual de Fleurity y el vaso estirilizador. Ya se que varias me recomendaron otras, pero voy a seguir intentando con esta por un tiempo más.
– Logré colocarla con mayor facilidad, pero no tooooodas las veces. Mejoré mucho, pero no me siento 100% experta. Nota mental: seguir practicando.
– Me animé a usarla una noche y no tuve problemas. Para mi fue todo un desafío y me alegra haberlo hecho.
– Todavía no manejo bien la dinámica en baños que no sean los de mi casa y tengo que seguir intentando. En el trabajo, por ejemplo, no siempre tengo el tiempo o la paciencia para hacer el cambio “canchera”. Tengo que seguir practicando.
– Sigo sin tener que cortar el cabito y solo uso el modelo más pequeño. Ni probé el más grande.
Bueno, esos fueron mis avances y mejoras. Admiro a quienes le agarraron la mano de una, pero mi experiencia es un poco más lenta. No se si voy a seguir intentando con esta copita o si voy a probar otra de las tantas que me dejaron en los mensajes de Instagram.
¿Alguna se animó a probar la copita en este tiempo? Las leo y charlamos.