Hacía tiempo que no daba una vuelta por la farmacia para elegir un labial. Suelo ir a chusmear las novedades, pero no puntualmente a elegir uno de los productos que estaba esperando desde hace un tiempo: los labiales de Kate Moss para Rimmel London. Si bien la colección estaba hacía bastante, todavía no me había hecho los minutos para ir tranquila y elegir. Tuve suerte y había probadores (#alegriatotal), por lo que me divertí un rato largo, ayudada por una vendedora muy amable y compinche. Elegí el color número 20, que es un fucsia de esos que me encantan. Ahora les cuento qué me pareció y todos los detalles del producto.
Para que el review/reseña quede más organizado pensé en analizar el producto según varias categorías. No es que estoy redescubriendo la pólvora, pero me parece una buena incorporación a este tipo de posts y mi conejillo de indias va a ser con este labial.
Color → El tono 20 es un fucsia intenso y con base azulada, que lo vuelve frío. Si bien puede parecer fuerte al aplicarlo directamente, se me ocurre que si usan un pincel pueden graduar la intensidad. Les recomiendo usar un buen delineador que les ayude a «contener» el color y darle una mejor temrinación a los labios.
Textura → Se trata de un labial cremoso, tanto a la vista como al tacto. Al aplicarlo es suave y se desliza con facilidad sobre los labios, ya que no tiene «efecto secante» ni es pegajoso. No se si es completamente mate, pero no es satinado ni tiene brillos. Me defino por decir que es un «mate cremoso» (existe?…ahora si!). Como soy fan de los labiales mate, en este aspecto quedó súper aprobado.
Pigmentación → La pigmentación del labial es muy buena y no hay que poner diez capas para lograr el color que se ve en la barra. En mi caso lo apliqué con normalidad y alcanzó con pasar una vez por cada parte del labio. Lógicamente, a fines de emparejar y dejar todo prolijo tuve que «repasar» algunas zonas, pero no fue por falta de pigmentación. La verdad quedé gratamente sorprendida y contenta con la calidad del producto en este aspecto.
Durabilidad → Pueden creerme o no, pero a fines de comprobar la durabilidad y hacer un review responsable, me senté a cenar con mi familia con los labios fucsia. No creo en la durabilidad de un labial hasta que no lo pruebo en situaciones reales, como comer y beber, ya que considero que si algún día quiero usarlo para una fiesta, no voy a estar sin probar bocado o yendo al baño cada media hora. Si bien me gusta estar impecable, también disfruto de estar tranquila y sin tanto drama (#relax). El veredicto….trtrtrtrtrtr (ruido de tambores) es que la duración es buena y sobrevivió a la cena. Al tocar el labial con los dedos/el vaso/la comida se transfiere un poco del color pero no se sale completamente. Las 8 horas que promete no llegan a cumplirse pero si soporta bastante. Un punto para Rimmel y Kate Moss.
Packaging → Me gusta el total black del packaging con la firma de Kate en color rosa + corazón. No soy muy fan de otros modelitos de Rimmel que son muy brillantes y me parece que el negro queda bien. La coronita en la parte superior de la tapa es mi parte preferida. Importante! Les recomiendo que se aseguren al cerrar el labial y que la tapita haga «click», sino les puede quedar abierto y ya sabemos que no es bueno (#fail)
Extras → Al aplicarlo sentí una fragancia a popurrí y, si bien no me molestó, no se hasta que punto está bueno sentir ese olor en un labial. Lo dejo a criterio de ustedes (#karinaolga) pero a mi me pareció raro. Ni bueno ni malo…extraño.
Espero que les haya gustado el post y que si probaron el labial me cuenten qué les pareció. En Farmacity lo pagué alrededor de los $60, un precio medio si tenemos en cuenta otros productos similares de farmacia. La semana que viene haré un post de otro de los labiales de Kate Moss para Rimmel, pero de la colección de invierno. Muchas gracias y hasta el próximo post!
