Incursionar en tratamientos estéticos era una cuenta pendiente para mi y para el blog. Más allá de la rutina que respeto a diario y sobre la que les hablé en distintas oportunidades, me encantó la posibilidad de poder mejorar mi piel con el asesoramiento y ayuda de profesionales. Al conocer Monalisa Estética me entusiasmé aún más y a partir de hoy voy a compartir con ustedes cada una de mis sesiones en un centro de estética súper profesional y atendido por sus dueñas.
Mi primera experiencia en Monalisa Estética y Bienestar fue muy placentera y educativa. Al llegar, después de una breve charla con Silvia y Ximena , me puse cómoda en la camilla y me realizaron un diagnóstico en el que determinaron que mi biotipo cutáneo es grado 2 y mi piel mixta. Fue unos segundos después cuando definieron que lo mejor era un peeling. Los objetivos? Acelerar la renovación celular, atenuar algunas marquitas de acné y devolverle a la piel un plus de juventud, salud y, por supuesto, mimos!
Si bien estamos en plena temporada para este tipo de tratamientos (otoño-invierno), es imprescindible la consulta con un profesional capacitado para que evalúe el tipo de piel, el biotipo cutáneo, si conviene o no realizar un peeling o para que determine que opción es la correcta para cada caso. Luego de la recomendación de Silvia, concordamos en que me realizarán un tratamiento que consta de 3 sesiones de peeling: 1 cada 2 semanas. Como ya repetí muchas veces en Hache Beauty, si bien es una afirmación correcta decir que a partir de la primera sesión se siente la piel distinta, no es hasta después de varias sesiones cuando se notan los resultados.
En esta primera sesión me realizaron una Microdermoabrasión, peeling mecánico o Puntas de Diamante, todas son denominación válidas para referirnos a lo mismo. Les aclaro que el peeling mecánico es una opción, también puede recurrirse al peeling químico (con ácidos cosmetológicos), peeling combinado (peeling mecánico y químico) y peeling físico (por ejemplo los scrubs).
Les cuento un paso a paso de la primera sesión:
Como todo tratamiento facial, el primer paso fue higienizar el rostro y el escote con el producto indicado. En mi caso, como tenía puesta la máscara de pestañas, lo primero que hizo la profesional fue retirar el maquillaje de esa zona con el desmaquillante de ojos y luego procedió a limpiar el resto del rostro de forma suave con la emulsión de limpieza.
Para el segundo paso, y para hacer el primer barrido de impurezas, me aplicó un scrub facial, un abrasivo súper suave que puede ser en gel o en crema. En este caso Silvia utilizó la presentación en crema y la retiró con abundante agua y esponjas. El segundo barrido fue con un Peeling Enzimático, que posee todas las propiedades de la Papaya.
La tercera abrasión fue con las Puntas de Diamante y como era mi primera sesión, la profesional utilizó la punta con los micronajes (cristales) más finos y suaves. De esa forma pudo evaluar la tolerancia de mi piel y finalizó con un mimo al usar la Loción de Hierbas.
Importante: la técnica que se utiliza para aplicar la aparatología de Puntas Diamantadas es en cuadriculado, tensando la piel para no provocar lesiones.
Ya a esta altura no había impurezas ni células muertas en mi rostro, la piel se había afinado y se notaba suave y lisa. El siguiente paso fue Alta Frecuencia, aplicando el cabezal conocido como «cebolla». La sensación fue rara al comienzo pero enseguida me acostumbré. No sabía qué esperar y me sorprendí. Al preguntar cuál era la finalidad me comentaron que el aparato de Alta Frecuencia sirve para oxigenar y descongestionar la piel. Me pareció increíble!
Para hidratar la piel, devolverle elasticidad, turgencia y luminosidad me aplicaron el Skinbooster Hidratante.
Ya más cerca del final llegó el momento de la máscara Hydrapore, para equilibrar el manto hidro-lipídico. Se trata de un paso de vital importancia, no solo para dar una sensación de relax y bienestar, sino para afirmar el trabajo realizado. Luego de dejarla actuar unos minutos, Silvia me realizó maniobras de drenaje linfático facial y me aplicó un bálsamo equilibrante en la zona de la nariz.
Con el rostro relajado y tratado nos sentamos nuevamente a conversar y a charlar sobre los siguientes pasos. Para los próximos días me indicaron el uso de protector solar y continuar con mi rutina de higiene diaria.También la profesional hizo hincapié en que notó mi piel más deshidratada en la parte de contorno de ojos, para lo que me recomendó utilizar un producto específico en esa zona.
Les cuento todo el proceso y lo que dijeron porque de eso se trata ésta nueva sección del blog, pero tengan en cuenta que cada paciente y cada afección tiene un protocolo, técnica y tratamiento que aplica según las características de la piel y únicamente un profesional apto puede evaluarlo y desarrollarlo. Es fundamental consultar siempre con un profesional sobre qué protocolo y tratamiento es el indicado para el biotipo cutáneo y afección. También es importante tener en cuenta las contraindicaciones y los cuidados domiciliarios.
Desde ya les propongo que cualquier duda o consulta que tengan me dejen un comentario o me envíen un mail (hachebeauty@gmail.com) o mensaje por la red social que quieran. Voy a hacer un post respondiendo la mayor cantidad de preguntas posibles, porque quiero desmitificar un poco el tema del peeling y de los tratamientos en gabinete.
Porque quiero que esta serie, al igual que todo el contenido del blog, tenga transparencia e información cuidada, les comparto información sobre las dueñas de Monalisa:
Silvia Perpignano, Socia-Dueña de Monalisa. Asociación Instituto Superior “Albert Schweitzer” Escuela de Cosmetología y Estética Corporal, Directoras JAVA JEIMAN y VIVIANA BUSTOS. Matrícula COSMETOLOGA Nº 0145 | Matricula ESTETICISTA CORPORAL Nº 0334. Experiencia Hospitalaria HOSPITAL ISRAELITA, Sector Dermatología, Área Cosmetología.
Ximena Castellani, Socia Dueña de Monalisa. Marketing&Comunicación, contacto consultas, turnos, asesoramiento www.facebook.com/monalisa.estetica | esteticamonalisa@gmail.com
Espero que les haya gustado el post! Gracias y hasta la próxima
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